Edición Bianual
Marzo - agosto 2023
DOI
ISSN
3091-180X
Vol. 1, No.1, PP.67-78
piña. Estos hallazgos concuerdan con lo reportado en la literatura científica de (20),
donde se destaca que la composición química de los residuos agroindustriales puede
variar considerablemente dependiendo de la fracción específica utilizada.
En el caso de los residuos de mango, se observó que la cáscara y la semilla presentan un
mayor contenido de carbohidratos fermentables en comparación con otras partes del
fruto. Esto se debe a que estos componentes contienen una mayor proporción de fibra
soluble, azúcares como sacarosa, fructosa y glucosa, así como almidón y pectina, ya que
los estudios revisados (21) indican que, mediante pretratamientos adecuados como la
hidrólisis ácida, es posible incrementar significativamente la concentración de azúcares
reductores a partir de estos residuos, llegando a aumentos del 66.5% en algunos casos.
Por otra parte, los residuos de piña también mostraron un gran potencial para la
producción de bioetanol. Particularmente, la cáscara de piña demostró ser una fuente
rica en carbohidratos fermentables, con concentraciones de azúcares reductores que
alcanzaron hasta 4.66 g/L en los estudios analizados (22). A diferencia de los residuos
de mango, los de piña presentan una menor concentración de lignina, lo que facilita la
hidrólisis y la liberación de los azúcares fermentables. Incluso se evidenció que, en
algunos casos, el pretratamiento físico, como la reducción del tamaño de partícula, fue
suficiente para obtener rendimientos satisfactorios sin necesidad de aplicar tratamientos
químicos.
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Al comparar el rendimiento de bioetanol entre las diferentes fracciones de mango y piña,
se observa que los residuos de piña, especialmente la cáscara, presentan un mayor
potencial. Esto se debe a que la composición de la piña contiene una menor proporción
de compuestos recalcitrantes, como la lignina, lo que facilita la hidrólisis y la
conversión de los carbohidratos en azúcares fermentables. Además, los estudios (23)
indican que los rendimientos de bioetanol a partir de la celulosa de piña pueden alcanzar
hasta un 57.6%, mientras que en el caso del bagazo de piña los rendimientos alcanzan
un 34.5%.
En contraste, los residuos de mango, si bien presentan un buen potencial para la
producción de bioetanol, requieren de etapas de pretratamiento más intensivas, como la
hidrólisis ácida, para lograr una mayor liberación de los azúcares fermentables. Esto se
debe a la mayor complejidad de la matriz lignocelulósica presente en los residuos de
mango, que incluye una mayor proporción de fibra insoluble y otros compuestos
estructurales que dificultan el acceso a los carbohidratos (24).
Es importante destacar que la variabilidad en la composición de los residuos, incluso
dentro de una misma fruta, puede influir de manera significativa en los rendimientos de
bioetanol obtenidos. Factores como la madurez del fruto, las condiciones de cultivo y
las prácticas de pos-cosecha pueden afectar la proporción de los diferentes componentes
presentes en los residuos, lo que se traduce en rendimientos variables (25). Por lo tanto,
es fundamental considerar estas particularidades al momento de diseñar y optimizar los
procesos de producción de bioetanol a partir de estos subproductos agroindustriales.
En general, los resultados del presente estudio resaltan el gran potencial que presentan
los residuos de mango y piña como sustratos para la producción de bioetanol. Sin
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