En este estudio se considera un conjunto de sensores con vida útil limitada de batería que
monitorean un conjunto de procesos estocásticos en una fábrica inteligente (1), (2). Estos
sensores comparten un canal de acceso inalámbrico basado en tecnología 5G para transmitir sus
muestras hacia un controlador, quien realiza su posterior procesamiento (6). A continuación, el
controlador envía el comando de control necesario al actuador correspondiente para controlar el
proceso subyacente. Una vez terminada esta acción de control, se detecta nuevamente el cambio
de estado del proceso y se repite el ciclo anterior hasta alcanzar el número máximo de iteraciones
(4). Con el fin de mantener estable un CPS basado en tecnología inalámbrica 5G que controla
procesos tecnológicos, cuyo fallo podría provocar una interrupción del CPS, una parada temporal
de los procesos operados en la planta u otras consecuencias potencialmente graves (como la
toma de decisiones antes o después del momento adecuado), se requiere una red con dinámicas
en constante cambio que actualice continuamente los estados del sistema y las tareas en curso
(5), (7). Estas actualizaciones se logran a través del intercambio de información de estado que es
crítica en el tiempo, impulsada por eventos o por el tiempo (8), (9).
La tecnología IoT celular (CIoT, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una tecnología que
permite proporcionar conectividad a dispositivos IoT y dar soporte a las Comunicaciones de Tipo
Máquina (MTC) (6), (7). CIoT se basa en tecnologías de redes celulares como LTE-Advanced (LTE-
A) y quinta generación (5G) (17), (18). Estas redes han experimentado un rápido crecimiento, y la
ubicuidad de los dispositivos y las diferentes aplicaciones han aumentado significativamente la
demanda de mensajes de actualización del estado de los sistemas en tiempo real (10), (11). Por
lo tanto, estas redes se enfrentan al aumento en la demanda y al incremento del tráfico generado
por las actualizaciones de información de estado, lo que puede provocar situaciones de
sobrecarga. Estas situaciones deben gestionarse eficientemente para evitar la pérdida de datos o
que se entregue información obsoleta al centro de control, donde se llevan a cabo el análisis y la
toma de decisiones (12), (13).
La frecuencia con la que se generan los mensajes de actualización de información del estado de
un sistema (siguiendo ciertos patrones en la fuente) y el protocolo de acceso aleatorio (RA)
utilizado en la red de acceso por radio (RAN) desempeñan un papel importante en la provisión de
actualizaciones oportunas. Existe un compromiso entre la capacidad del canal de acceso aleatorio
(conocido como RACH) y la generación de mensajes de actualización de información del estado
de un sistema (17), (18). Si el canal RACH tuviera capacidad infinita, generar mensajes de
actualización del estado con mayor frecuencia implicaría mejores indicadores clave de
rendimiento (KPIs); pero dado que este no es el caso en implementaciones reales, una mayor
frecuencia de generación de mensajes incrementa la carga de tráfico, lo que resulta en mayores
retardos en el RACH e incluso pérdidas de información (19). Sin embargo, disminuir la frecuencia
podría deteriorar seriamente la frescura de la información de estado, especialmente en
aplicaciones IoT/CPS en tiempo real (20).